Tubería de hierro fundido frente a tubería de acero al carbono

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Las tuberías son un componente integral que hace posible nuestra vida. Desde el transporte hasta la construcción, las tuberías tienen múltiples usos. Existen distintos tipos de tuberías, que difieren entre sí en muchos aspectos. Entre ellas, las de acero al carbono frente a las de hierro fundido siempre han sido objeto de debate.

Ambas tuberías tienen pros y contras. El acero al carbono es ligero y barato, mientras que las tuberías de hierro fundido son muy duraderas. Tales diferencias encienden sus comparaciones entre la gente. Pero no se preocupe. Esta guía le proporcionará información sobre sus diferencias fundamentales. Así que, ¡empecemos!

Tubos de acero al carbono y hierro fundido

El acero al carbono es una mezcla o aleación de carbono y hierro. La cantidad de carbono suele oscilar entre 0,04% y 2,5%. Por otro lado, las tuberías de hierro fundido se fabrican calentando y moldeando el hierro. Contienen mayores cantidades de carbono, normalmente en torno a 2-4%. También tienen algunos elementos de aleación, como silicio, manganeso, etc.

Ambas tuberías tienen propiedades únicas. El acero al carbono es fuerte y menos quebradizo, mientras que los tubos de hierro fundido son muy quebradizos. Debido a su naturaleza quebradiza, los tubos de hierro fundido no pueden someterse a un proceso de soldadura y pueden romperse a altas temperaturas. Recuerde que el acero al carbono es versátil y está disponible en distintos tipos.

Los tipos de acero al carbono varían en función del contenido de carbono. Debido a su excelente resistencia, estos tubos son habituales en las obras de construcción. Mucha gente adora el hierro fundido por su naturaleza silenciosa. No hace ningún ruido cuando el fluido circula por él a altas temperaturas, lo que lo hace habitual en el transporte de fluidos.

Diferencias entre las tuberías de acero al carbono y las de hierro fundido

Ambos tubos ofrecen propuestas de valor únicas. Sin embargo, entender sus diferencias significativas es crucial para la toma de decisiones. Exploremos sus diferencias.

1- Composición

Una de las diferencias más significativas entre estos dos tubos es su composición. Ambos contienen carbono y hierro. Sin embargo, tienen diferente contenido de carbono, lo que los hace únicos. El acero al carbono contiene 0,04% y 2,5%, que no es alto. Hay que tener en cuenta que un mayor contenido de carbono hace que las tuberías sean más duras y quebradizas.

Los tubos de hierro fundido tienen un mayor contenido de carbono, que oscila entre 2% y 4%. Además de carbono y hierro, los tubos de hierro fundido contienen otros elementos de aleación. Entre ellos están el silicio y el manganeso, cuya proporción es deficiente. Debido al alto contenido de carbono, estos tubos son muy quebradizos, lo que los hace sensibles a la soldadura.

2- Resistencia y ductilidad

Tanto los tubos de acero al carbono como los de hierro fundido son resistentes. Sin embargo, los tubos de acero al carbono son conocidos por su excelente resistencia a la tracción. Soportan fácilmente las tensiones. Debido a su bajo contenido en carbono, son menos quebradizos y más dúctiles.

Por el contrario, los tubos de hierro fundido son rígidos y quebradizos. Esto se debe a que tienen una mayor proporción de carbono. Esta fragilidad puede ser un gran problema para los clientes. Cuando sufren tensiones, se rompen en lugar de ser maleables o dúctiles. Su resistencia a la tracción también es baja debido a la fragilidad.

3- Resistencia a la corrosión

Por desgracia, ninguno de estos tubos es a prueba de óxido. Cuando se utilizan en condiciones duras, se deterioran debido a los ataques de la corrosión. Si los comparamos, los tubos de fundición de hierro son ligeramente más resistentes a la corrosión. La razón es que contienen más carbono, que favorece la formación de óxido.

Esta capa de óxido protege la tubería de la oxidación hasta cierto punto. Sin embargo, con el tiempo, esta capa también empieza a deteriorarse. Como resultado, el óxido afectará a las tuberías, y es más probable que aparezcan problemas de fugas debido a la oxidación. Además, los fabricantes aplican una fina capa de revestimiento para mejorar la protección contra el óxido. Esto también es una solución a corto plazo.

4- Durabilidad y seguridad

Los tubos de hierro fundido son muy duraderos. Su alto contenido en carbono los hace duros y resistentes. A pesar de su fragilidad, se mantienen en buen estado durante muchos años. Como usted sabe, se utilizan en el transporte de fluidos, por lo que no sienten el estrés desde el lado.

Estas tuberías se mantienen en buen estado durante al menos 90 o 100 años. Los tubos de acero al carbono, en cambio, tienen una durabilidad ligeramente comprometida y duran entre 50 y 60 años. Sin embargo, estas tuberías son muy seguras para el medio ambiente.

Están fabricados con materiales reciclados. Después de estropearse, pueden reciclarse, por lo que no dejan residuos en el medio ambiente. Además, no desprenden sustancias químicas nocivas durante su uso, lo cual es otra ventaja para la seguridad. Las tuberías de hierro fundido emiten sustancias químicas tóxicas con el agua cuando se utilizan durante mucho tiempo.

5- Peso y facilidad de instalación

Los tubos de acero al carbono son muy ligeros, por lo que transportarlos de un sitio a otro es fácil. En cambio, los tubos de hierro fundido son muy pesados. Debido a su mayor peso, su instalación también es muy tediosa. Tendrá que contratar a un equipo para instalar estas tuberías. Por el contrario, los tubos de acero al carbono son fáciles de instalar porque son ligeros.

6- Usos y aplicaciones

Los tubos de hierro fundido tienen diversas aplicaciones y pueden utilizarse en diferentes industrias y sectores. Sin embargo, se utilizan sobre todo en el transporte de líquidos, como petróleo y gases. Además, los fontaneros los utilizan en las tuberías de suministro de agua. La razón es que no hacen ruido cuando los atraviesa un fluido a alta presión.

Por otro lado, los tubos de acero al carbono son dúctiles y tienen una gran resistencia a la tracción. Debido a estos factores, se utilizan en obras de construcción. Ayudan a fabricar armazones, soportes y andamios para edificios. La utilidad de ambos tubos es excelente, y sirven para diferentes industrias.

7- Soldabilidad y mecanizabilidad

Ya he mencionado al principio que el hierro fundido tiene un alto contenido y es quebradizo. Debido a esta fragilidad, no ofrece una excelente maquinabilidad. Si se aplica tensión a estos tubos, empezarán a agrietarse o romperse. Del mismo modo, no admiten la soldadura. Al calentarse, estos tubos se rompen debido a su naturaleza quebradiza.

El acero al carbono tiene un menor contenido de carbono y es dúctil. Por tanto, puede mecanizarse con facilidad. No sólo esto, la soldadura de estos tubos de acero al carbono también es viable. No hay que preocuparse por su rotura o deterioro durante la soldadura. Así pues, el acero al carbono es una mejor opción para la soldadura y el mecanizado.

8- Coste y asequibilidad

Los tubos de hierro fundido son caros y entran en la categoría de los de primera calidad porque son duraderos. En cambio, los tubos de acero al carbono son menos duraderos. Por lo tanto, los precios de estos tubos son más bajos que los de los tubos de hierro fundido. Si usted es una persona consciente de su presupuesto, el acero al carbono es una opción adecuada.

Veredicto sobre los tubos de acero al carbono frente a los de hierro fundido

Como he dicho antes, ambos tubos son excelentes. Su propuesta de valor única nos lleva a compararlos. Sin embargo, los tubos de acero al carbono son una opción adecuada, ya que son asequibles. No hacen saltar la banca y ofrecen un rendimiento óptimo.

Se pueden soldar con facilidad. Su ductilidad, alta resistencia a la tracción y bajo peso hacen que estos tubos destaquen. Como son robustos, su uso en la construcción no planteará ningún problema. Pero los tubos de hierro fundido son una opción si desea algo idealmente duradero. Son de primera calidad y duraderos.

Sin embargo, los precios de estos tubos de fundición de hierro son muy elevados. Al final, su elección se reduce a la utilidad y el precio. La fundición de hierro es la mejor solución si dispone de un presupuesto decente y desea tuberías para el transporte de fluidos. El resto es elección suya: elegir cualquiera de ellas no le hará arrepentirse.

Conclusión

Los tubos de acero al carbono y hierro fundido dominan el sector. Sus usos y aplicaciones están muy extendidos. El acero al carbono, al ser dúctil, ofrece muchas características únicas. El hierro fundido es caro, pero sin duda merece la pena. Su selección final se reduce a las preferencias personales. En esta guía he tratado cada uno de sus aspectos diferenciadores.